En una zona donde el desnivel era muy pronunciado se realiza una pista de pádel. Se adecua la zona mediante terrazas. Los muros de contención se realizan de hormigón blanco visto dando ligereza a la parcela. Se conjuga el hormigón con ladrillo manual visto en el cerramiento de acceso.

Así mismo se plantaron varios olivos centenarios que rompen con las líneas rectas de muros y paredes. En la terraza central se ubica la pista de pádel de alta visibilidad con iluminación incluida proporcionando un volumen ligero.

El pavimento rodado se realizó mediante hormigón impreso en color negro, llegando hasta el acceso de la vivienda existente donde hay una superficie que da cabida hasta diez vehículos.